Buiti achülürüni! (bienvenidos). La etnia garífuna, presente mayoritariamente en Honduras, tiene una extensa cultura y tradiciones además de una apasionante historia que se origina en la fusión de pueblos indígenas caribeños con esclavos africanos que escapaban de los barcos de esclavos. Estos esclavos fueron tratados como tales en un principio también por los caribeños, basados sobre todo en la isla de San Vicente, pero con el tiempo se integraron en la sociedad dando origen a la etnia garífuna, también conocida como gariganu o caribes negros.
Los garífunas, con la llegada de los colonizadores, presentaron batalla en defensa de sus tierras y costumbres, pero acabaron siendo deportados hasta la isla de Roatán. Los que consiguieron llegar con vida (la mitad de los que salieron, unos 2500) habían pasado una selección previa antes de subir al barco, dado que los británicos que los expulsaron permitieron quedarse a los que tenían un aspecto más ‘indígena’ mientras que los que se parecían más a los africanos fueron deportados.
Pero la isla de Roatán se les quedaba pequeña en cuanto a recursos y solicitaron la posibilidad de asentarse en el continente., en lo que hoy es Honduras (hoy en día también en Belice hay una comunidad significativa además de en Guatemala y Nicaragua). Hablaron con los colonizadores, españoles en este caso, quienes les dieron permiso para ello no sin interés, ya que reclutaban a parte de la población como soldados. Pero un garífuna siempre va a destacar con orgullo que ellos nunca fueron esclavizados.
A pesar de las dificultades, los garífunas han conseguido mantener tradiciones y costumbres aun añadiendo elementos externos y ciertas fusiones. Caza, pesca, agricultura y recursos naturales son su fuente de vida, pero la cultura garífuna va mucho más allá. De entrada tienen su propio idioma, el garífuna o kari’njapapaque es de origen arahuaco y que ha ido adoptando vocabulario de otras lenguas.
La música y el baile son parte esencial de su cultura. La percusión, con tambores de piel de antílope, proporciona unos ritmos enérgicos y lleva asociada la danza, para la que los garífunas están bien dotados. Tienen baile muy peculiares, como el baile chumba y hunguhungu donde destaca la rotación en círculos de la cadera.
Y su gastronomía no se queda atrás. Platos como el ceviche de caracol (de mar), el tapado (una sopa de mariscos) y la presencia perenne del coco y el plátano. Pero quizás el plato más representativo se elabora a partir del vegetal más utilizado, la yuca o mandioca, con la que se elabora el casabe, una especie de pan ácimo delgado y crujiente.
En cuanto a las bebidas, aparte del café, la más característica es el gifiti, que se creó como bebida medicinal y que puede llegar a incluir más de 30 tipos de raíces, flores, hojas y raíces… y a pesar de sus propiedades medicinales no es recomendable tomar más de tres tragos al día.
Los garífunas siguen luchando hoy en día, por sus tierras, su entorno, su caza y sus costumbres. Atengiruni (gracias).